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jueves, 1 de agosto de 2013

Una distracción humana te puede matar


Hace tiempo, que en las travesías de Galicia se pusieron radares; algunos hacían encender la luz roja de un semáforo, que te obligaba a parar. Nunca se reconoció que hayan tenido un fin económico, es decir: recaudatorio; de ganar dinero. Parece que este invento tan nimio supone gastar dinero, por lo que no estaba incluido en la infraestructura de Renfe en la peligrosa curva de Angrois, pero sí hubo dinero para poner una cámara de vídeo, no quiero pensar que por si ocurría un accidente. Evidentemente yo pienso que sí hubiese estado el dispositivo de radar que hubiera avisado del peligro al conductor, o bien frenase el convoy, el siniestro no habría sucedido.

Pasada una semana ya, desde el horroroso suceso, no tengo conocimiento de que se hayan pedido dos cosas que yo creo precisas; aquí las dejo como propuestas:

Una para el fiscal, de tal suerte que investigue la responsabilidad penal de los técnicos del proyecto y de los políticos que decidieron la inversión pública, por no incluir esa, u otras medidas de seguridad, en el incomprensible diseño de un trayecto de alta velocidad que presenta tramos tan angustiosos como dicha curva (de ochenta kilómetros hora, poco después de un tramo de 250) También si la cesión de las imágenes del vídeo del accidente reportó algún beneficio económico; no vaya a ser.

 La otra, que entretanto no se corrijan estas trampas mortales, en el billete que se compra para poder viajar por estos tramos, ponga: “Una distracción humana te puede matar”

Ayudemos a un ser humano que se despistó, tenga o no responsabilidades penales, puesto que los responsables superiores son otros.

jueves, 21 de febrero de 2013

El dilema en el Psoe actual

Querida Bea.

Bea, yo tengo por costumbre diferenciar entre las siglas y las personas; ahora bien, cuando una persona ostenta un cargo público de un partido y pertenece a la dirección del mismo, tiene que tener presente que públicamente tiene que asumir las críticas a ese partido, al margen de su postura personal, incluso si es de lucha dentro del mismo partido. Nadie discute que el PSOE, en unión con el PP y CIU, vendieron a los ciudadanas, cambiando el artículo 135 de la Constitutución, y eso los hace corresponsables de que los bancos hayan tomado el poder por encima de las ciudadanos. El indulto a Alfredo Sáez, ya es el colmo de ese empoderamiento bancario en contra del pueblo. Como bien decía Ada Colau en el discurso en la Comisión Parlamentaria de la ILP de la PAH, que era el discurso de la ciudadanía (Sociedad Civil) que es quien tiene que tener el poder, hay una estafa de las entidades financieras, en la que son corresponsable los partidos que la propician y legalizan, que llega la responsabilidad criminal en el caso de las muertes por suicidio. Esto es muy grave, y es fruto de la aplicación de las políticas neoliberáis por parte de los partidos de la derecha, y también del PSOE. Resolver este dilema dentro de tu partido, no es cuestión de personas si no de programas, en los que claramente se decida apostar por una economía marxista, de claro componente social, que se una a la lucha de los trabajadores y de los parias de nuestra sociedad (enfrentándose con claridad al poder de la banca) En tanto esto no ocurre a los militantes del PSOE, no les queda otra que aguantar el rechazo público manifiesto e incluso subido de tono.

Esta realidad no se puede tapar, y cualquiera la puede expresar. Que ex ministros abandonen una manifestación donde estorban, por la presión de la ciudadanía indignada, es normal mientras, no rectifiquen. Tu misma, Bea, marchaste de una concentración contra los deshaucios, en la plaza del Ayuntamiento de Ferrol, después de la lectura del manifiesto, supongo que llena de vergüenza; tan sólo Celso tomó la palabra, a micrófono abierto, para disculpar la actitud del PSOE.

Alexandre, Bea, es uno de los nuestros; que las formas, que mí me parecen satíricas y ajustadas, no sean vistas así por Martín y Ocampo es normal, que lo digan estos compañeros también. Ahora, eso no puede tapar la realidad y las responsabilidades de un Partido. A luchar, Bea, y si no consigues que el partido cambie, pues ya sabes: no lo representes.